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volver Revista 702 - La Batalla de una Compañía de Tanques hacia Bagdad
Por el Teniente Primero Santiago Zone

Con la publicación de este artículo, rendimos un sentido homenaje a su autor, el Teniente Primero Santiago Zone, fallecido trágicamente el 1° de octubre del corriente año durante una competencia hípica en la Escuela Militar de Equitación en Campo de Mayo.


Mart&Tanques

Heavy Metal – A Tank Company’s Battle to Baghdad - La batalla de una compañía de tanques hacia Bagdad es un libro escrito por el Capitán Jason Conroy, junto con Ron Martz, y publicado en 2005 por Potomac Books.
Durante la Guerra de Irak, el Capitán Conroy comandó la Compañía Charlie, una subunidad equipada con tanques M1A1 Abrams.

Estuvieron en la punta de lanza del Ejército de Estados Unidos y fueron uno de los primeros elementos desplegados en Bagdad. En conjunto, desde la perspectiva de una unidad blindada, el combate se mantuvo de forma casi ininterrumpida durante cuatro semanas consecutivas.

En Heavy Metal, el Capitán Conroy proporciona una visión cercana y muy personal del enfrentamiento, que tuvo lugar casi desde el momento en que la subunidad cruzó la frontera en Kuwait hasta que llegó a Bagdad.
El libro narra la organización de la Compañía Charlie, desde su base en Fort Stewart, Georgia, hasta la preparación en los desiertos de California y Kuwait. Aporta detalles de la lucha en el camino a Bagdad, incluyendo combates clave en las ciudades de Mahmudiyah y Nayaf, donde las milicias y los fedayines de Saddam Husein utilizan tácticas suicidas en un esfuerzo infructuoso para detener los tanques M1A1 Abrams.

Heavy Metal es el relato de lo que salió bien y de lo que salió mal en Irak desde el inicio de la guerra. Demuestra cómo el Capitán Conroy y sus soldados fueron capaces de superar la escasez de suministros, las fallas de inteligencia y la adversidad del clima en su batalla hacia el centro de Bagdad, un lugar que originalmente nunca tomarían sus tanques.

A través de las experiencias personales de los jóvenes soldados de la Compañía Charlie, Heavy Metal dice mucho sobre la calidad del tanquista de hoy, la guerra urbana y la forma en que el Ejército debe prepararse para luchar contra las guerras del futuro.

La organización de la Compañía Charlie

En los extractos del libro que se transcriben a continuación, es interesante ver cómo fue el ajuste del elemento a su nuevo jefe y viceversa, así como la profundidad del conocimiento del personal con que se organizó la compañía, para determinar los roles y de esa forma potenciar al máximo las capacidades.

Mi enfoque durante el verano estuvo en estable­cer una combinación entre J Tan y Ap sólida para que una vez desplegados en Kuwait pudiéramos concentrarnos en el entrenamiento y no tener que preocuparnos en hacer numerosos ajustes en la tripulación.

La combinación J Tan-Ap es la más crucial en el tanque. Si los dos no se llevan bien o se comu­nican bien, ese tanque puede llegar a ser más un estorbo que una ventaja.
En mis apuntadores estaba buscando soldadosque, a pesar de su relativa juventud y la falta de tiempo en el Ejército, tuvieran la madurez para lidiar con el estrés y la responsabilidad.

Junto al sargento primero y los jefes de sección, tratamos de poner los apuntadores de menor experiencia con los jefes de tanque más experimentados, y viceversa.

Fuimos inclusive al punto tal de determinar el idioma entre las tripulaciones. Teníamos un buen número de hispano-hablantes en la compañía y para muchos el inglés era todavía un difícil segundo idioma.

Miré los cambios de la tripulación más como un programa de mentores. Era una cuestión de encontrar quién podría mejorar al otro.

 

Tanques

En estos párrafos, queda plasmada la seriedad que se le otorgó a la organización del elemento. Como reflexión personal, es ineludible preguntarse: ¿Cuántas veces habremos formado los roles de combate según el vínculo J Tan – Ap? O acaso: “¿Tenemos en nuestros escuadrones integrantes capacitados para cumplir el rol de combate que les asignamos? Aun cuando sea poco probable que entremos en combate, no es diferente esta tarea. Los hombres que integran las subunidades de tanques y sus procedencias adquieren relevancia para formar un equipo sólido de trabajo como tripulación dentro de un tanque o para el cumplimiento de una misión subsidiaria. Así es que tal vez los relatos de este libro sirvan como ideario para la organización de un elemento, cualquiera sea su misión por cumplir.

El entrenamiento previo al inicio de las operaciones

Si bien las etapas de adiestramiento relatadas en el libro abarcan desde horas de simulador en su asiento de paz en EE.UU. hasta ejercicios de brigada en la base Doha en Kuwait, creo interesante destacar una práctica poco utilizada por nosotros que, tal vez, por no desarrollarla con mayor cotidianeidad, ha quedado relegada.

Un aspecto de nuestra instrucción que resultó ser especialmente beneficioso fue una serie de partidos de jaula que nos propusimos hasta poco después de nuestra llegada a Kuwait. Estos eran como combates de boxeo entre los tanques, o un tiroteo tanque-a-tanque. Utilizamos una parte del desierto en el noreste de Kuwait. Colocábamos un tanque en cada esquina, y dejábamos ir el uno contra el otro. En retrospectiva, estas prácticas resultaron muy beneficiosas para nosotros, sobre todo en la batalla de Mahmudiyah. La jaula permite al J Tan luchar a nivel individual, sin dirección ni orientación desde arriba.

Si pensáramos cómo se instruyen las tripulaciones, secciones y escuadrones en nuestras unidades, sería justo decir que el control permanente de la persona o medio que nos depende es una guía en la progresión, es decir, cuanto más actúa como el jefe quiere mejor está respondiendo a la instrucción. Un claro ejemplo es la adopción de formaciones a través de las cuales les determinamos la distancia a la que deben estar o la velocidad con la que deben desplazarse y con esto cortando todo tipo de libertad. Lo que no significa que sea malo, por el contrario, es lógico y entendible que un jefe de escuadrón pretenda que todos sus tanques se desplacen como él ordena sin dudar por un segundo que una sección desvíe su dirección (por ende, un tercio del poder de fuego de la subunidad) del que se habla en este artículo, platean escenarios diferentes donde la necesidad de desarrollar la iniciativa individual de un J Tan cobra gran importancia, al punto tal de decidir un combate.

La práctica en sí no es más que la adaptación de un ejercicio a dos bandos pero a nivel tanque, por lo cual la preparación no debe estar orientada sobre la base de un objeto de ejercicio con motivos particulares de enseñanza, sino en el desarrollo de las habilidades de los J Tan para aplicar las Actividades Preparatorias para el Tiro (DLIC).

Es real que esta práctica en el libro fue desarrollada a través del sistema MILES (Multiple Integrated Laser Engagement System), por lo cual nuestras capacidades de emular esto son limitadas pero no imposibles, como por ejemplo con árbitros y tablas para determinar el daño causado según la distancia y la dirección desde las cuales un tanque disparó a otro. Dejo a ustedes entonces, jefes de escuadrones de tanques, la idea para que puedan aplicarla según la forma que crean más conveniente.



Mahmudiyah

El combate en la ciudad de Mahmudiyah duró menos de cinco minutos. En ese breve lapso, la Compañía Charlie destruyó siete T-72 y dos BMP y lo hizo a distancias menores de cincuenta metros. Para dejar clara la idea, extraje algunas narraciones que hacen posible imaginar esta situación.

Allí, en el callejón, había otro T-72. Estaba tan cerca que pensó que casi podía extender la mano y tocarlo. Ese tanque estaba a no más de siete metros de distancia de él.

Freeman giró el tubo del cañón en esa dirección, pero no podía ver nada en el visor, incluso con el aumento más bajo. Él se dio cuenta de que estaba mirando algo metálico, pero no podía estar seguro de qué tipo de metal. Freeman ni siquiera estaba seguro de que pudiera disparar a esa distancia. No había nada en los manuales al respecto. Él nunca había entrenado para disparar el arma principal tan cerca, y mucho menos a otro tanque.

Pinkston y su tripulación estaban buscando otros tanques escondidos en callejones o estacionados en las calles laterales, mientras avanzaban. Un tanque estaba incluso dentro de un garaje de estacionamiento.

Phinney tomó la prioridad sobre la torre y el control del sargento Steve Elllis, el apuntador. Puso el tubo del cañón sobre el T-72, casi literalmente. El final del tubo cañón del Abrams no podría haber estado a más de metro y medio del tanque iraquí.


Las dos grandes enseñanzas que dejó el combate de Mahmudiyah para los norteamericanos fueron primero que era posible utilizar los tanques en ambientes urbanos, incluso en áreas muy reducidas. Segundo que estaban en capacidad de destruir blancos blindados a “quemarropa”, lo cual les proporcionó la confianza para realizar la operación Thunder Run, con la que ingresaron en la ciudad de Bagdad con una división al completo.

Por otro lado, este combate demostró la rápida adaptación de los soldados a situaciones difíciles y peligrosas. En el entrenamiento tradicional con los blindados, se busca batir los blancos a las más largas distancias; pero los tanquistas de la Compañía Charlie no tenían procedimientos para combatir a distancias tan cortas, por lo cual aprendieron que el combate real no siempre condice con la práctica. Tuvieron que aprender sobre la marcha de las operaciones.



Thunder Run I

Los próximos extractos del libro narran sólo un momento de una operación que es hito entre las unidades blindadas por el avance de diecisiete kilómetros hacia el centro de la ciudad de Bagdad (5.000.000 de habitantes). El objeto de análisis es la decisión tomada por el Capitán Jason Conroy, al inicio de la operación. Su elemento se encontraba al final de la columna de marcha de la Fuerza de Tarea 1-64, cuando un tanque de la 1ra Sección fue impactado por un arma antitanque:

En el lugar del conductor, dijo Shipley, que las luces de advertencia venían parpadeando como un árbol de Navidad. Justo en ese momento, luego de un gruñido, Rojo Dos se detuvo a unos veinticinco metros más allá del paso elevado de la autopista. …Abrían fuego intenso de los bunkers con disparos que saltaban en el pavimento y rebotaban en las paredes del tanque... Pedí a Blanco (2da Sección) que se ubicara en frente de la compañía para proporcionar la seguridad allí. Mis órdenes al parecer no fueron claras, porque Blanco siguió con la cola del batallón.

Luego de veinte minutos, había casi una docena de soldados sobre el terreno en ese lugar, ya sea disparando hacia los iraquíes o tratando de apagar el fuego del tanque.

Wild Bunch (2da Ca I Mec), Charlie Rock (1ra Ca I Mec) y nuestra segunda sección se encontraban combatiendo fuertemente. Estaban unos diez minutos por delante de nosotros en el camino, aunque yo no me di cuenta en ese momento, se habían detenido brevemente para esperarnos. Di la orden de abandonar el tanque y la tripulación comenzó a descargar todo lo que pudo.

Una vez que todos se alistaron, tratamos de alcanzar al resto de la Fuerza de Tareas que se había desplazado y estaba bien lejos de nuestra vista.

El análisis que me propongo hacer es acerca de si fue correcta la decisión del jefe de compañía de detener el avance de su subunidad por un solo tanque, con las complicaciones que por esto tuvo que afrontar.

En primer lugar, debo aclarar que el libro relata de manera muy precisa los acontecimientos y con solo unos fragmentos se pierde la noción del momento vivido. Por ejemplo, está expresado que la intención del J FT era no abandonar ningún vehículo para evitar la inteligencia enemiga así como la prensa negativa.

Para tener una mejor perspectiva de esa situación, dejo a continuación dos videos que muestran esa operación. Puntualmente, en el segundo video se ve el tanque que queda fuera de combate


La tarea que debía cumplir la FT 1-64 como punta de la 2da Brigada Mecanizada era avanzar desde el sur hacia el aeropuerto y luego, desde allí, hasta el centro de Bagdad, con la idea de ejercer una ostentación de poder que convenciera a los iraquíes de que los americanos podían ir donde querían con total libertad.

Si volvemos sobre la decisión del Capitán Jason Conroy, vemos que su juicio lo llevó a detener dos tercios de la compañía y, eventualmente, demorar el avance de toda la FT, lo cual disminuyó la seguridad que le proporcionaba el movimiento. Con respecto a dicha seguridad, el alto producido permitió que los iraquíes abrieran fuego eficaz sobre los tanques desde cualquier dirección e inclusive que efectuaran en tres oportunidades ataques suicidas con auto-bombas. Sumado a esto, el descenso de los tanques de por lo menos una docena de hombres que intentaban apagar el fuego con los extinguidores y bidones de agua de sus propios vehículos desvió la atención de la tarea que estaban ejecutando y, por la demora ocasionada, provocó la separación del resto de la FT, abandonando la retaguardia.

Más allá de las opiniones sobre el accionar del jefe de la Compañía Charlie, la operación Thunder Run I fue un éxito. Solo se perdió ese vehículo y no hubo ninguna baja entre sus hombres, lo que demuestra el alto grado de profesionalismo. Más aún, por los resultados de esta operación, días más tarde se ejecutaría Thunder Run II para ocupar definitivamente la ciudad de Bagdad y terminar con el régimen de Sadam Husein.

CONCLUSIONES

Las experiencias extraídas de los conflictos generan la nueva doctrina o ratifican lo que ya antes se sostenía. Los países en guerra han acumulado desde principios del siglo XXI una gran cantidad de conceptos que modifican la forma en la que un ejército se prepara. Nuestro ejército aún mantiene viejos preceptos que difieren de lo que hoy podemos ver, por lo cual los libros que relatan las experiencias desde la visión de un jefe de subunidad o inferior son de real interés para el oficial subalterno, no como puntal sobre el cual deba apoyarse su preparación, sino como fuente de consulta que le permite analizar cómo aplicaría la propia doctrina a las situaciones narradas o, inclusive, las decisiones que se tomaron en ese momento.

Según el Capitán Jason Conroy, la guerra para la que ellos se prepararon no fue la guerra que finalmente pelearon. El enemigo que creían que combatirían no fue el que realmente enfrentaron. La guerra los forzó a adaptarse e innovar acerca del uso de los tanques y sus tripulaciones. El planeamiento táctico de años eventualmente fue reemplazado por decisiones de momento, tomadas por soldados jóvenes que enfrentaban el fuego enemigo por primera vez.

Por todo esto y más, este libro es muy recomendable. Los casos analizados son apenas una muy breve síntesis del contenido y buscan despertar el interés de quienes integran las filas de la caballería.

Bibliografía

Capitán Jason Conroy con Ron Martz, Heavy Metal “La batalla de una compañía de tanques hacia Baghdad”. Editorial Potomac Books. Edición 2005.

Santiago ZoneEl Teniente Primero del Arma de Caballería Santiago Zone ingresó al Ejército Argentino en 2003.
Fue Licenciado en Administración y Profesor Militar de Equitación. Estuvo destinado en el RC Tan 10, EDA y Ec Mil Equit. Falleció el 1° de octubre de 2016 en las instalaciones de la Ec Mil Equit, realizando la disciplina concurso completo de equitación en el marco de los Campeonatos Hípicos Regionales Metropolitanos 2016.



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